¿Qué es un mandala?




















La palabra mandala proviene del sánscrito y significa: círculo. Pensamiento contenido dentro de un círculo; dibujo centrado; todo tipo de imágenes organizadas alrededor de un punto central, que pueden contener múltiples formas geométricas y simbólicas (como los pintados por los monjes tibetanos, ordenados según estrictas normas de composición y referidos a una tradición compleja) o muy sencillos y naturales: un punto en el centro de un círculo, una flor abierta, un sol.
En Tibet también se traduce por centro o lo que rodea. El centro verdadero del círculo es un punto que como carece de dimensión y de lugar escapa a nuestra percepción, podríamos decir que no pertenece al mundo porque en nuestro mundo hay extensión y dimensión, el punto pertenece a otra escala del ser,  más allá del mundo.
Es un símbolo de sanación, totalidad, unión, integración, el absoluto. Psicológicamente, los mandalas representan la totalidad de nuestro ser.
El mandala es originario de la India, pero también se encuentran representaciones geométricas simbólicas en otras culturas como los indígenas de América (Navajos, Aztecas, Incas…etc.) o los aborígenes de Australia. Hay papiros que muestran la utilización de mandalas dentro de las casas para mejor captación de la energía y crear ambientes de armonía y balance, o para transmutar la energía negativa en positiva.


El mandala es un arte milenario que permite por medio de un soporte gráfico llegar a la meditación y a la concentración, para exprimir nuestra propia naturaleza y creatividad.

CARACTERÍSTICAS
Diseñar un mandala es posible para cualquier persona.

Un mandala puede variar en color y diseño, pero 
debe tener las siguientes características: un centro, y 4 puntos cardinales que pueden ser contenidos dentro de un círculo y cierta forma de simetría. 


Los mandalas buscaban reflejar la conciencia universal como fuente de sabiduría y forma de meditación. Psicológicamente los mandalas representan la totalidad de nuestro ser. Reflejan la psique humana, cada persona responde a ellos, instintivamente, más allá de su edad, género, raza, cultura, etc. El mandala parece ser la FORMA misma de la VIDA, del crecimiento que propone energía al conjunto.

SIGNIFICADO DE COLORES
Un mandala siempre va a ser positivo sea cual sea su color, pero resulta doblemente útil, cuando nosotros ya hemos localizado algún problema, y queremos atacarlo, entonces podríamos ayudarnos eligiendo algún color determinado, el cual actuaría de manera directa, acelerando el proceso de curación.

Rojo, Primer Chakra. Es el color del amor, la pasión, la sensualidad, la fuerza, resistencia, independencia, conquista, impulsividad, ira, y odio. Impulsa la fuerza vital a todo el cuerpo. Incrementa la confianza y seguridad en si mismo, permite controlar la agresividad y evitar querer dominar a los demás. En el aspecto físico proyecta energía la parte inferior del cuerpo, suministra fuerza a los órganos reproductores. Esencia de supervivencia.

Naranja, Segundo Chakra. Energía, optimismo, ambición, actividad, valor, confianza en si mismo, afán de prestigio, frivolidad. fomenta la tolerancia para socializar y proyectarse con toda la gente. Incrementa la autoestima, ayuda a enfrentar todos los retos para la evolución de la persona. Enseña a utilizar los éxitos o fracasos como experiencias y aprendizajes. Propicia energía positiva para llevar a cabo los proyectos o las metas. En el aspecto físico proyecta energía al intestino delgado y colon, todos los procesos metabólicos y los ganglios linfáticos inferiores.

Amarillo, Tercer Chakra. Es la luz, el sol, alegría entendimiento, liberación, crecimiento, sabiduría, fantasía, anhelo de libertad, envidia, superficialidad. Ayuda liberar los miedos internos. Permite manejar con balance el ego, las desilusiones, todo lo que afecta emocionalmente. Ayuda a canalizar mejor la intelectualidad. En el aspecto físico proyecta energía al aparato digestivo, hígado, vesícula, páncreas, bazo,y riñones.

Verde, Cuarto Chakra. Equilibrio, crecimiento, esperanza, perseverancia, voluntad, curación, integridad, bienestar, tenacidad, prestigio. Falta de sinceridad, ambición, poder. Proyecta tranquilidad y balance en lo sentimental. Permite expresar los sentimientos más libremente. Expande el amor interno hacia uno mismo y los demás. Ayuda a liberarse del apego a las posesiones o las falsas excusas. Es el filtro del equilibrio en todo el cuerpo. Ayuda a controlar el sentido de posesión y los celos. En el aspecto físico, proyecta energía vital al sistema circulatorio, cardio-vascular, corazón.

Azul, Quinto Chakra. Calma, paz, serenidad, seguridad, aburrimiento, paralización ingenuidad, vacío. Ayuda a exteriorizar lo que se lleva por dentro, permitiendo evolucionar a medida que se van dando cambios en la vida de la persona. Evita la frustración y la resistencia para comunicarse la gente, permite tener tolerancia a los pensamientos de los demás. En el aspecto físico proyecta energía a los pulmones, garganta, traquea, ganglios linfáticos superiores y ayuda a evitar las alérgicas y padecimientos de la piel.

Índigo, Sexto Chakra. Ayuda a comunicarse con el ser interno, abriendo la intuición. Permite aprender a dejar fluir los mensajes del cerebro, conectando directamente a la inteligencia de la conciencia cósmica. Fomenta el control mental y expande los canales de recepción para percibir la verdad en cualquier cosa o nivel de vida. Estimula la confianza en ser guiado por su propio sentido interior. En el aspecto físico, proyecta energía vital al cerebro, sistema nervioso, sistema muscular y óseo.

Violeta. Séptimo Chakra. Mística, magia, espiritualidad, transformación, inspiración. Pena, renuncia, melancolía. Proyecta el contacto del espíritu con la conciencia profunda del cosmos. Expande al poder creativo desde cualquier ángulo, música, pintura, poesía, arte, permitiendo a la persona expresar su visión de la realidad y su contacto con la fuente primordial, el creador del universo. Ayuda a no ser extremista o absolutista, con el fin de expandirse explorando las dimensiones de la imaginación y el conocimiento.
Rosa. sociabilidad, comunicación, imaginación, humor, encanto, egoísmo, necesidad de reconocimiento. Envía estímulos de equilibrio total en todos los niveles. Amor universal, bondad. Paz interna, auto valoración. Equilibra las emociones, ayuda a liberar los resentimientos, el enojo, la culpa, los celos.